El juego Resident Evil: Survival Unit devuelve a los jugadores al inquietante mundo del survival horror, esta vez en un formato táctico. Ambientado tras una catástrofe global provocada por armas biológicas, el juego desafía a los jugadores a gestionar recursos limitados, construir puestos fortificados y comandar pequeños grupos de supervivientes mientras se enfrentan a hordas de criaturas mutadas. Este título combina la tensión atmosférica de la saga original con la planificación estratégica, exigiendo no solo reacciones rápidas sino también decisiones calculadas para la supervivencia a largo plazo.
La jugabilidad se basa en tácticas por escuadrones, donde los jugadores controlan a un grupo de supervivientes con habilidades únicas. Cada unidad puede especializarse en distintos roles de combate, fabricación o apoyo médico, creando sinergias dentro del equipo. La gestión de la resistencia, la moral y los niveles de infección añade profundidad y hace que cada decisión tenga peso.
Los mapas son entornos semiabiertos con clima dinámico y ciclos de día y noche que afectan tanto a la visibilidad como al comportamiento de los enemigos. Los recursos como munición, botiquines y combustible son escasos, lo que obliga a planificar cada expedición con cuidado. La IA enemiga se adapta a las acciones de los jugadores, asegurando que ninguna misión se desarrolle de la misma forma.
Otra característica importante es el sistema de construcción de bases, donde los jugadores pueden edificar y mejorar zonas seguras. Estas bases sirven como centros de operaciones para entrenar supervivientes, producir suministros y desarrollar antídotos experimentales. La colocación estratégica y la asignación de recursos se vuelven cruciales a medida que aumentan las amenazas enemigas.
El combate en Resident Evil: Survival Unit es más lento y metódico que en los juegos de acción habituales. Los jugadores deben posicionar cuidadosamente a sus unidades, usando cobertura, maniobras de flanqueo y sigilo para evitar ser superados en número. La munición limitada obliga a recurrir a ataques cuerpo a cuerpo o armas improvisadas cuando sea posible.
Los peligros ambientales como edificios en ruinas o fugas de gas tóxico pueden explotarse para eliminar grandes grupos de enemigos. Esto fomenta enfoques creativos en lugar de enfrentamientos directos. La capa táctica se complementa con un sistema de vigilancia que permite preparar emboscadas durante el turno enemigo.
A medida que avanza la campaña, los enemigos evolucionan, introduciendo nuevas mutaciones resistentes a ciertas armas o tácticas. Esto obliga a los jugadores a adaptar sus estrategias y mejorar su equipo constantemente para mantener la ventaja en combate.
El núcleo del juego está en la gestión de los supervivientes, cada uno con trasfondo, personalidad y árboles de habilidades únicos. Los jugadores deben asignar roles, resolver conflictos internos y equilibrar el bienestar físico y mental para mantener el grupo operativo. Una moral baja puede causar desobediencia o incluso deserciones.
El sistema de progresión premia tanto las habilidades de combate como los roles de apoyo. Médicos, ingenieros y exploradores contribuyen directamente a la supervivencia del grupo, y su desarrollo influye en el éxito de las misiones. Las instalaciones de entrenamiento permiten la especialización, dando forma a la composición ideal del escuadrón.
Además, los supervivientes pueden forjar lazos que otorgan bonificaciones de sinergia en combate o en tareas de producción. Sin embargo, la pérdida de un aliado cercano puede provocar traumas psicológicos que reduzcan temporalmente la eficacia del resto del equipo, añadiendo un peso emocional a las decisiones.
Las misiones de búsqueda de recursos son esenciales para mantener al grupo. Los jugadores deben adentrarse en zonas contaminadas para recolectar comida, agua, piezas mecánicas y muestras bioquímicas raras para la investigación. Cada expedición requiere evaluar riesgos: enviar pocos supervivientes reduce la capacidad de carga, mientras que enviar demasiados debilita las defensas de la base.
La fabricación permite transformar los materiales encontrados en armas, trampas, fortificaciones y suministros médicos. El sistema fomenta la experimentación, con planos que se desbloquean al explorar o investigar en la base. Mantener una cadena de suministro estable es vital para la supervivencia.
Eventos aleatorios como emboscadas o desastres naturales pueden interrumpir el flujo de recursos. Esta imprevisibilidad mantiene a los jugadores atentos y les obliga a replantear sus estrategias constantemente.
La historia transcurre varios años después del colapso de las grandes ciudades, en un mundo fragmentado dominado por facciones rivales de supervivientes y fauna mutada. Los jugadores descubren fragmentos del pasado a través de misiones, diarios y unidades de datos, revelando poco a poco los orígenes del brote biológico.
Las misiones de historia suelen presentar dilemas morales, como rescatar civiles a costa de suministros o sabotear a grupos rivales para asegurar territorio. Estas decisiones moldean el panorama político del mundo e influyen en qué facciones se convierten en aliadas o enemigas.
La atmósfera es fundamental, con un diseño de sonido inquietante, iluminación dinámica y narración ambiental que refleja la caída de la humanidad. Cada región tiene su propio trasfondo, desde laboratorios abandonados hasta zonas naturales reclamadas por la flora, aportando profundidad y continuidad al mundo.
Aunque el juego se centra principalmente en campañas tácticas para un solo jugador, los desarrolladores planean introducir misiones cooperativas y desafíos de supervivencia por tiempo limitado en futuras actualizaciones. Estas adiciones permitirán probar estrategias junto a otros jugadores sin perder el tono de supervivencia.
También se están valorando modos multijugador asíncronos, donde los jugadores puedan sabotear o asistir a grupos rivales controlados por otros usuarios. Esta función podría aportar rejugabilidad a largo plazo sin romper el ritmo tenso de la campaña principal.
Se esperan expansiones periódicas que añadan nuevos mapas, tipos de enemigos y arcos narrativos que profundicen en el misterio del brote. Este soporte continuo garantizará que el juego se mantenga fresco y estratégicamente desafiante durante mucho tiempo.